En este principio de año y de igual forma como está pasando en el resto de Europa, encontramos noticias de energía inquietantes provenientes del Reino Unido:
Los puntos de recarga de vehículos eléctricos en Gran Bretaña son ahora casi tan caros como la gasolina, según un estudio
A pesar de que el Reino Unido quiera poner fin a la venta de nuevos coches y furgonetas diésel y de gasolina para 2030 y que exija que, a partir de 2035, todos los coches y furgonetas nuevos tengan cero emisiones de gases de escape. Los conductores de coches eléctricos en el Reino Unido están sufriendo cómo el coste de utilizar un cargador público «rápido» con una tarifa de pago por uso ha aumentado un 42% desde mayo, según datos publicados el lunes.
Con la llegada de más vehículos eléctricos a las carreteras británicas en los próximos años, la organización automovilística RAC apoya la petición de reducir el IVA de la electricidad vendida en los cargadores públicos. Ya que, algunos sectores temen que el aumento del coste de recarga de los vehículos eléctricos desincentive su adopción por parte de los consumidores.
Nos encontramos que las cifras de RAC Charge Watch que forma parte de la organización automovilística RAC muestran que ahora a los conductores de vehículos eléctricos les cuesta una media de 63,29 peniques (72 céntimos) el kilovatio hora para cargar su vehículo. Esto significa que una carga rápida del 80% de un «coche eléctrico típico de tamaño familiar» con una batería de 64 kWh cuesta, de media, 32,41 libras (unos 34,87 dólares).
El RAC dijo que el aumento se debía a «los crecientes costes del gas y la electricidad al por mayor» y el uso de cargadores «ultrarrápidos» también ha supuesto el aumento el coste medio de la recarga en un 25%. Afirmando asi que un conductor que utilice exclusivamente un cargador rápido o ultrarrápido en la red pública pagará ahora unos 18 peniques por kilómetro de electricidad, comparado con los 19 peniques por kilómetro de un coche de gasolina y los 21 peniques por kilómetro de uno diésel, siempre que se conduzca a una media de 65 kilómetros por litro.
A pesar de ello, el RAC señala que muchos usuarios de vehículos eléctricos cargan la mayoría de las veces en casa, donde la electricidad cuesta menos. De esta manera, y con la entrada en vigor inminente de la U.K. government’s Energy Price Guarantee, el precio por kilómetro de un vehículo eléctrico de tamaño medio sería de unos 9 peniques por recargar en casa, si se conduce de forma razonablemente eficiente. De este modo, una carga del 80% en casa costaría 17,87 libras.
Según el portavoz de vehículos eléctricos del RAC, Simon Williams, “Estas cifras muestran claramente que los conductores que más utilizan los cargadores públicos rápidos y ultrarrápidos son los más perjudicados”. Pero a su vez remarca que para aquellos que ya han hecho el cambio a un coche eléctrico o están pensando en hacerlo, la carga fuera de casa cuesta menos que repostar un coche de gasolina o diesel, aunque estas cifras muestran que la brecha se está reduciendo como resultado de los enormes aumentos en el costo de la electricidad.
Con la espera de nuevos vehículos eléctricos en los próximos años, el RAC está apoyando las peticiones de una reducción del impuesto sobre las ventas de electricidad en los cargadores públicos con el fin de corregir lo que considera un desequilibrio entre la carga pública y privada. La aprobación del Energy Bill Relief Scheme, debería ayudar a evitar que los costes de recarga se disparen aún más, aunque los conductores que utilizan cargadores públicos pagan injustamente un 20% de IVA, en comparación con la recarga en casa, donde es solo del 5%.
A pesar de que se espera la llegada de más coches eléctricos este año, noticias como estas nos hacen preguntarnos si los ciudadanos estarán al corriente de la situación socioeconómica actual, los problemas de recarga que los propietarios de Tesla tuvieron en Navidad y la reducción del coste de la vida.
En declaraciones a la CNBC, el responsable de estrategia de renta variable de Saxo Bank, Peter Garnry afirmó que «la ventaja de coste de los vehículos eléctricos frente a los de gasolina» estaba «disminuyendo rápidamente» en Europa y se preguntaba “hasta qué punto esto empezará a afectar a las ventas de vehículos eléctricos«.
Así, el año ha comenzado con una rápida disminución en los tiempos de espera para los pedidos de vehículos eléctricos. Según un nuevo estudio de Electrifying, el tiempo para los nuevos pedidos de coches eléctricos se han reducido un 13,2% en los últimos tres meses, siendo que los automovilistas que compren un vehículo eléctrico en enero tendrán que esperar una media de 28 semanas, frente a las 35 semanas que tardaron los pedidos realizados en octubre.
También se conoce que Tesla tiene coches en stock con descuentos de 7.000 euros tras meses de retrasos en las entregas y los expertos afirman que los retrasos se deben al aumento de la producción y a las dificultades económicas.
Sin embargo, la preocupación por el coste de la vida también está pesando en la demanda, ya que los consumidores retrasan las compras más importantes. Llegando el informe, justo después de que aparecieran fotos de enormes colas en los Supercargadores de Tesla en Gran Bretaña durante el periodo navideño, con conductores obligados a esperar horas para cargar sus caros coches eléctricos mientras viajaban para visitar a amigos y familiares.
Elon Musk, el dueño de Tesla, afirma que los tiempos de espera para adquirir un coche eléctrico han caído en picado, ya que los conductores han pausado las compras ante la subida de los precios de la energía y las preocupaciones más generales por el coste de la vida. Esta caída de la demanda también se ha correspondido con un aumento gradual de la oferta de componentes a medida que se recupera la producción tras la pandemia y el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Todas estas noticias están acompañadas de la incipiente preocupación de que no haya suficientes dispositivos públicos de recarga disponibles y de que la red no pueda hacer frente a un aumento de la demanda de electricidad de millones de coches alimentados por baterías. Expertos del sector han aconsejado al Gobierno que instale más dispositivos de carga rápida para agilizar los tiempos de recarga, especialmente fuera de la capital y en los servicios de las autopistas, para facilitar los viajes de larga distancia.
La sobreconcentración de la infraestructura de recarga en la capital, provoca un desabastecimiento en el resto del territorio. Actualmente, de los 36.752 puntos de recarga públicos disponibles en el Reino Unido, 11.515 (el 31%) están instalados en el Gran Londres, frente a los 1.106 del noreste. De esta manera, un distrito del centro de Londres tiene más puntos de recarga que seis de las mayores ciudades regionales británicas juntas; Westminster, con casi 1.500 dispositivos, tiene más que los 1.412 disponibles en Liverpool, Manchester, Newcastle upon Tyne, Leeds, Sheffield y Birmingham.
Para suplir todos los problemas de demanda energética planteados y la necesidad de nuevos puestos de trabajo, el gobierno ha decidido tomar una decisión de peso, abriendo los periódicos con este titular:
Gran Bretaña aprueba una nueva mina de carbón a pesar de la preocupación por el clima
El gobierno británico aprobó la primera mina de carbón del país en décadas, un proyecto promocionado como fuente de nuevos puestos de trabajo pero que ha sido criticado como un retroceso en los esfuerzos por controlar el cambio climático.
Mientras que el actual primer ministro, Rishi Sunak, habló recientemente en la conferencia sobre el clima COP27 de la necesidad de invertir en energías renovables, también afirmo que está presionando para crear puestos de trabajo en zonas del norte de Inglaterra que han elegido conservadores con la esperanza de aportar crecimiento económico.
La mina, cerca de Whitehaven, en la costa del noroeste de Inglaterra, suministraría carbón a la industria siderúrgica británica y extranjera. La entrada de la mina y otras instalaciones se ubicarán en el emplazamiento de una antigua planta química, mientras que la mina propiamente dicha estará en su mayor parte bajo el mar.
Los críticos han dicho que aprobar una nueva mina de carbón en medio de la preocupación por el cambio climático dañaría la reputación de Gran Bretaña como líder mundial en cuestiones medioambientales. Ya que en su día fue uno de los principales productores de carbón que impulsaron la Revolución Industrial, alcanzó su máximo de producción a principios del siglo XX y descendió más de un 90% en la última década.
De esta manera, John Gummer, presidente del Comité Británico para el Cambio Climático, concluye que la decisión «envía una señal totalmente equivocada a otros países sobre las prioridades climáticas del Reino Unido”. A su vez, Kate Willshaw, responsable de políticas de Friends of the Lake District, una organización que trabaja para preservar una zona vecina, dijo que esperaba que los grupos ecologistas locales «lanzaran un desafío legal» a la decisión, que calificó de «paso atrás«.
Por otro lado, los partidarios han afirmado que la mina crearía puestos de trabajo bien remunerados y ayudaría a liderar una reactivación de la zona, a la que le ha ido relativamente mal en las últimas décadas con el cierre de minas de carbón y otras instalaciones industriales. Según Mike Starkie, alcalde de Copeland, «Esto es fantástico para mi comunidad y dará a mi zona un enorme impulso económico«. También partidarios como el Sr. Starkie han afirmado que mientras el mundo necesite carbón, Gran Bretaña podría beneficiarse de suministrarlo.
Todo esto se cierra mostrando un ultimo titular que nos hace preguntarnos, de verdad los ciudadanos son conscientes de la situación global?
REINO UNIDO: Los vehículos eléctricos consiguen la mejor cuota de mercado mensual de su historia y se convierten en el segundo sistema de propulsión más popular del año en el Reino Unido.
El mercado británico de automóviles nuevos registró en diciembre su quinto mes consecutivo de crecimiento, con un aumento del 18,3% hasta alcanzar las 128.462 matriculaciones, según las últimas cifras de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT)
En diciembre, los vehículos eléctricos de batería (BEV) alcanzaron su mayor cuota de mercado mensual, con un 32,9%, mientras que en el conjunto de 2022 representaron el 16,6% de las matriculaciones, superando por primera vez al diésel y convirtiéndose en el segundo propulsor más popular después de la gasolina. Mientras tanto, los híbridos enchufables (PHEV) vieron disminuir su cuota anual hasta el 6,3%, lo que significa que, combinados, todos los vehículos enchufables representaron el 22,9% de las nuevas matriculaciones en 2022, un máximo histórico, aunque un menor aumento de la cuota de mercado global que el registrado en años anteriores. Los vehículos eléctricos híbridos (VEH) también experimentaron un crecimiento, alcanzando una cuota de mercado del 11,6% durante el año. Como resultado, la media de emisiones de CO2 de los coches nuevos cayó un -6,9%, hasta 111,4 g/km, de nuevo la más baja de la historia.
¿Son los ciudadanos de Gran Bretaña conscientes de la gran contradicción y el posible riesgo que se esta planteando?
Mientras que las ventas de los coches eléctricos no paran de subir, recuperando los niveles anteriores a la pandemia de COVID, los impuestos y el precio de la luz siguen aumentando. La carencia de componentes electrónicos y la situación de crisis energética, esta obligando a tomar decisiones que alteran los planes europeos establecidos en las conferencias climáticas, reabriendo minas de carbón y centrales de combustibles fósiles. Todo esto gravemente impulsado por el conflicto de Ucrania que aumenta la inestabilidad económica y favorece a la inflación de los productos.
¿Hacia donde nos estamos dirigiendo? ¿Se debe detener la implantación de los Evs? ¿Nos encontramos en una situación de crisis energética? ¿Será Europa capaz de mantener su compromiso con el medio ambiente?
Electric cars now more costly than petrol for long journeys
EV charge points in Britain are now nearly as expensive as gasoline, research shows
Is Britain’s appetite for electric cars waning?
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