Vehículos eléctricos prohibidos en California

La problemática que está sucediendo tanto en Gran Bretaña, como en el resto de Europa, también ha cruzado el charco y está surgiendo en las costas americanas. Concretamente en California, pocos días después del anuncio de la retirada progresiva de los coches de gas, se pide desde el gobierno que se evite la recarga de los vehículos eléctricos durante una emergencia de la red eléctrica. 

A primera hora de la tarde, justo cuando los californianos empiezan a irse a casa a pasar el día, el Operador del Sistema Independiente de California emitió una alerta de emergencia energética de nivel 1, poco después de agotar todas sus fuentes de alimentación disponibles. A pesar de las advertencias previas de reducir el consumo, los californianos, con toda su virtud, decidieron cargar sus vehículos eléctricos de todos modos, superando la demanda, la capacidad de la red. 

Ante esta situación, el gobernador de California, Gavin Newsom, emitió una orden ejecutiva para liberar el suministro eléctrico de emergencia y afirmo “Está bastante claro que la Madre Naturaleza nos ha superado”. 

Según trabajadores de la red eléctrica, la emergencia se produjo debido al clima extremo que está sufriendo el mundo debido al cambio climático. Este hecho se magnifica en California, donde se registran calor extremo y sequía extrema. A medida que fue avanzando el día, la temperatura supero valores más de los esperados y eso ha conllevado a emitir una advertencia específica sobre la posibilidad de que se produzcan cortes de electricidad que podrían provocar apagones. 

Este no es un caso aislado, ya que, según Gary Cunningham, director de investigación de mercado de la empresa de gestión de riesgos Tradition Energy, Operador del Sistema Independiente de California (CAISO) advirtió a la gente en mayo, que «a menos que se produzcan recortes voluntarios, la red podría volverse inestable durante ciertos períodos de alta demanda«. Estos episodios de calor suponen la mayor prueba para la red, que ya lleva viéndose afectada desde el verano de 2020, cuando los apagones continuos alteraron a parte del estado. 

Para evitar posibles fallos, los funcionarios de la red eléctrica advierten “Las tres principales acciones de conservación son ajustar los termostatos a 78 grados o más, evitar el uso de grandes electrodomésticos y la carga de vehículos eléctricos, y apagar las luces innecesarias”. Estas acciones permitirán aliviar la presión sobre el sistema y evitará medidas más drásticas, como cortes de electricidad rotatorios. 

El hecho de que CAISO tenga que pedir a los clientes que no carguen sus vehículos eléctricos durante la actual ola de calor implica que la red es frágil, asegurando que un aumento de la carga de vehículos eléctricos en los hogares podría hacer caer parte de la red del estado. Si las condiciones meteorológicas o de la red empeoran, los operadores de la red advierten que “la ISO puede emitir una serie de notificaciones de emergencia para acceder a recursos adicionales y preparar a los participantes del mercado y al público para una posible escasez de energía«. 

La realidad muestra que los operadores de la red están preocupados. El creciente uso de aires acondicionados, al caer la tarde, cuando la gente enchufa sus vehículos eléctricos para cargarlos, está aumentando la demanda de energía, mientras que las limitaciones de suministro sugieren que el estado tendrá años de una red caótica, similar a la de un país del tercer mundo. 

Por contra, el ex asambleísta Chuck DeVore criticó la petición del gobernador Gavin Newsom a los residentes para que eviten cargar sus vehículos eléctricos ante la amenaza de apagones y las devastadoras olas de calor. DeVore afirmo a «Fox & Friends First» que la gente «subestima» la cantidad de electricidad necesaria para alimentar los vehículos eléctricos, y añadió que la medida de prohibir la venta de vehículos de gas para 2035 es «un vistazo al futuro de Estados Unidos” después de haber podido visitar la “Utopia” que fue para el Texas. 

Estas afirmaciones las justifica comentando que: “California sólo tiene 600.000 vehículos eléctricos en la carretera hoy en día de unos 20 millones más o menos en funcionamiento. Si prohíben los motores de combustión interna, habrá unos 2 millones de vehículos eléctricos nuevos al año. Se trata de un 14% del total, el 14% de la red de California se dedicará a los vehículos eléctricos cuando la gente vuelva a casa del trabajo. Y si todos esos coches se cargan al mismo tiempo, eso es alrededor de una séptima parte de lo que la red necesita para funcionar en esas horas de la noche donde las cosas están realmente apretadas. Creo que estamos vislumbrando el futuro si nos volvemos totalmente eléctricos y la gente subestima constantemente la enorme cantidad de electricidad que se necesita para que esto ocurra.” 

  

¿Demasiado para la transición de la energía verde? 

A partir de estos problemas de red, surgen opiniones que cuestionan la buena planificación energética por parte del gobierno, planteando cuestiones como: 

¿Cómo va a sostener exactamente este estado, empeñado en eliminar la generación de combustibles fósiles y sustituirla por energía solar y eólica poco fiable todos los nuevos vehículos eléctricos después de que los legisladores aprobaran la semana pasada una nueva medida para eliminar todos los vehículos de gas para 2035? 

Su respuesta es clara, la energía nuclear. La energía nuclear es la única respuesta para descarbonizar una red eléctrica con generación de energía sostenible. ¡Asia gets it! 

Esto se debe a que la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) votó una medida innovadora para aprobar la prohibición de la venta de vehículos nuevos con motor de combustión interna, con el fin de combatir el cambio climático. 

El plan se anuncia como una importante aceleración hacia la adopción de vehículos eléctricos para hacer frente a lo que muchos legisladores creen que el mundo está descendiendo rápidamente hacia un desastre climático debido al aumento de las emisiones de carbono. Concretamente Lauren Sánchez, asesora principal sobre el clima del gobernador, en una conferencia telefónica declaro «Es ambicioso, es pionero, es lo que debemos hacer si queremos dejar este planeta mejor para las generaciones futuras«. 

Para su correcta implantación se espera que la nueva normativa exija que todos los vehículos nuevos vendidos en el estado para 2035 sean 100% eléctricos. Para ello se incrementará gradualmente las limitaciones. Actualmente, las ventas rondan el 12%, para 2026, la norma exigirá que al menos el 35% de los turismos nuevos produzcan cero emisiones, y el 68% en 2030. 

Con estas nuevas medidas, California se vuelve a subir al barco de la utopia verde, por delante del resto de Estados Unidos. Según afirma Margo Oge, experta en vehículos eléctricos que dirigió el programa de emisiones del transporte de la Agencia de Protección del Medio Ambiente bajo los presidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, “California será a partir de ahora el único gobierno del mundo que imponga vehículos de emisiones cero. Es algo único 

La implantación total de VE para 2035 plantea algunos desafíos. Entre ellos, China controla todos los metales de tierras raras para fabricar baterías, sumado a que, las cadenas de suministro mundiales se están reajustando en un mundo multipolar a medida que las empresas estadounidenses abandonan China y trasladan sus operaciones a países más amigables. 

Devido a esto, Michelle Krebs, analista de Autotrader, dijo a Axios que la nueva norma de CARB no parece «realista» dado que «hay algunos obstáculos» y declarando que «Los requisitos sean o no realistas o alcanzables están directamente relacionados con factores externos como la inflación, la infraestructura de carga y combustible, las cadenas de suministro, la mano de obra, la disponibilidad y el precio de minerales críticos y la actual escasez de semiconductores«. 

A su vez, John Bozzella, director general de Alliance for Automotive Innovation, que representa a los principales fabricantes de automóviles en cuestiones políticas también afirmo «se trata de cuestiones complejas, interrelacionadas y globales que escapan al control de CARB o de la industria automovilística”. 

Otro de los problemas planteados es el coste, The Epoch Times confirma, “sólo los estratos más altos de la sociedad» pueden permitirse nuevos vehículos eléctricos. Apoyado por The Verge que aclara, «Uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de vehículos eléctricos es el coste. Los vehículos eléctricos son demasiado caros, con un precio medio que alcanzó su máximo histórico a principios de este verano, 66.000 dólares. Es decepcionante, porque la industria automovilística siempre ha prometido que los precios bajarían a medida que la fabricación de las baterías fuera más eficiente«. 

Concluye su explicación con “Aún más decepcionante es el ritmo al que aumentan los precios de los VE en comparación con sus equivalentes de gasolina. Según un reciente análisis de la base de datos de compra de coches iSeeCars, los precios de los coches eléctricos experimentaron un incremento interanual del 54,3%, mientras que los coches de gasolina sólo subieron un 10,1%. 

Entonces, ¿qué significa esto para el estrato más bajo de la sociedad que no puede permitirse los nuevos y caros VE? Bueno, como opina John Seiler de Epoch: “El nivel más bajo de los propietarios de automóviles serán aquellos que no pueden permitirse nuevos vehículos eléctricos, se verán obligados a comprar VE mucho más antiguos a precios elevados, con problemas mecánicos que tensarán aún más los presupuestos familiares.” 

  

Entonces, ¿Quiere California que todo el mundo conduzca vehículos eléctricos? 

El Estado ha puesto en marcha varios programas para ayudar a los residentes, pero ya se están quedando sin fondos. ¿Serán estos suficientes? La respuesta es clara, NO. Dos de los programas de ayuda financiados por el Estado para compradores con bajos ingresos han cerrado tras quedarse sin dinero. 

El precio medio de un VE en EE.UU. alcanzó los 66.000 dólares este verano, y las rentas más bajas tienen dificultades para competir por un coche en un mercado hostil, con elevados márgenes de beneficio y escaso inventario. La fuerte demanda de VE se ha visto exacerbada por los precios de la gasolina, que volvieron a alcanzar una media de 6,43 dólares el galón en California la semana pasada. 

Mientras California emprende la ambiciosa transición hacia los vehículos eléctricos, los californianos con rentas bajas corren el riesgo de quedarse fuera de la transición, a pesar de ser los que más pueden ganar con ella. Los vehículos eléctricos son menos costosos de alimentar y mantener, son más fiables y no contribuyen a la contaminación atmosférica, que afecta de forma desproporcionada a las comunidades desfavorecidas, pero a medida que los programas de ayuda financiera se enfrentan a retos y se intensifican las presiones del mercado, quienes más los necesitan corren el riesgo de quedarse atrás. 

Según la Oficina de Estadísticas de Transporte, el quintil más bajo de hogares en términos de ingresos gastó el 26,9% de sus ingresos en transporte en 2021, casi el doble de la media nacional del 13,9% determinando así que, “Los hogares con rentas bajas gastan un porcentaje mucho mayor de sus ingresos en transporte”. 

Esta carga económica se está viendo agravada por la fuerte subida del precio de la gasolina. Según Irvin Rivero, asociado de electrificación beneficiosa en Acterra, una organización sin fines de lucro del Área de la Bahía que ayuda a los compradores con ingresos calificados a solicitar los programas de incentivos, «La inflación es una locura, y no tienen suficiente dinero para estar pagando por el gas«, además incluyó «Si son de bajos ingresos, por lo general tienden a viajar bastante lejos a su trabajo, por lo que van a estar llenando mucho más el depósito«. 

Devido a que los que menos ganan también suelen conducir coches más viejos y propensos a averiarse. Incluso Veronica Valencia, directora de programas de Valley Clean Air Now (Valley Can), una organización sin ánimo de lucro que administra el programa de sustitución de vehículos Clean Cars 4 All (CC4A), explica «La gente nos ha contado que, por no tener un coche fiable, les han llegado a multar en el trabajo por llegar tarde o les han despedido«. Al necesitar menos reparaciones y eliminar la necesidad de gastar dinero en gasolina, cambios de aceite y reparaciones del motor, los VE pueden ser una valiosa herramienta para promover la movilidad ascendente de los hogares con bajos ingresos. 

Pero los VE siguen siendo en gran medida inasequibles para las rentas más bajas, incluso si son de segunda mano. El precio medio de un VE de segunda mano superó los 40.000 dólares este verano, según Recurrent, un startup tecnológico del sector de los vehículos usados. Las ayudas financieras en forma de subvenciones iniciales pueden ser una forma crucial de cerrar la brecha de asequibilidad. 

Para solucionar este problema, California ha gastado más de 400 millones de dólares en diversos programas de incentivos para ayudar a los conductores con rentas más bajas a adquirir vehículos de emisiones cero. Existe el programa CC4A, que ofrece hasta 9.500 dólares para el pago inicial de un vehículo eléctrico si la solicitante entrega un vehículo anterior al modelo de 2005. El CVRP ofrece un reembolso de 4.500 dólares en vehículos eléctricos nuevos a los solicitantes que cumplan los requisitos de ingresos. Antes de cerrar en 2021 por problemas de financiación, el Programa de Asistencia para Vehículos Limpios (CVAP) ofrecía ayudas de 5.000 dólares para el pago inicial de un vehículo de cero emisiones nuevo o usado. 

Según afirma Linda Hutchins-Knowles, directora de movilidad eléctrica y promoción de Acterra, «A veces se puede conseguir un vehículo eléctrico de segunda mano gratis si se cumplen los requisitos y se acumulan las subvenciones«. Para ello, organizaciones como Acterra y Valley Can llevan a cabo campañas de base para dar a conocer los programas en comunidades desfavorecidas y ofrecen asistencia lingüística e informática para ayudar a la gente a solicitarlos. 

La Junta de Recursos del Aire de California (CARB) es la encarga de gestionar los programas estatales de incentivos para vehículos eléctricos, y explicar que estaban trabajando para reformar los programas de incentivos y resolver los problemas que provocaron el cierre prematuro de algunos de ellos. Algunos defensores afirmaron que el rápido agotamiento de los fondos del CVAP y el DCAP se debió en gran medida a que tantas personas cuyos ingresos se acercaban al umbral máximo se aprovecharon y presentaron su solicitud, de forma que no quedaron fondos para las personas más necesitadas. 

Lisa Macumber, supervisora de recursos aéreos de CARB, explico que cuando se reabra el programa CVAP, en la primavera de 2023, se utilizará un modelo basado en las necesidades que ponga a los solicitantes con menos ingresos al principio de la cola. También se consolidarían dos de los programas, de modo que los solicitantes tendrían que rellenar menos solicitudes. A los solicitantes más necesitados se les asignaría un gestor de casos para ayudarles a presentar la solicitud, y los importes de las subvenciones aumentarían para que los más necesitados pudieran optar a una ayuda inicial de hasta 15.000 dólares. 

Mientras tanto, el interés por los VE entre los compradores más necesitados sigue creciendo. Valley Can dijo que tenía una lista de espera de unas 1.500 solicitudes completadas para el programa de sustitución de vehículos, con otras 1.500 solicitudes en proceso. 

 


Referencias:

California Votes To Ban New Gas Vehicles By 2035 In Push For EV-Utopia

Just Days After Phasing Out New Gas Cars, California Says «Avoid Charging EVs» Amid Grid Emergency

Gavin Newsom blasted for asking Californians to avoid charging electric vehicles during heat wave

California wants everyone to drive EVs. How will low-income people afford them?

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